Reforma de vivienda de 130 m2. Se trataba de una vivienda familiar en el centro en un deplorable estado de abandono.
Se realizó una labor de interiorismo global: Redistribución de espacios, coordinación de gremios, amueblamiento y decoración final.
Se eligieron un escogido número de acabados que no pasaran de moda: suelo de madera de jatoba para suelo, carpintería blanco roto, paredes en tono piedra, muebles a medida en el tono de pared.
Con toques de color a través del textil podemos ir variando la decoración de las estancias.